Iluminar nuestra cocina, no es simplemente una cuestión decorativa, si no práctica y funcional. Es muy importante la cantidad de luz natural de que disponemos en nuestra cocina, una gran ventana y una buena disposición de los muebles, harán que el desempeño de nuestras tareas sea mucho más cómodo y gratificante.
También la colocación de la iluminación artificial, desempeña un gran papel, porque es imprescindible cuando la luz natural desaparece y la necesitamos para poder seguir trabajando, en la elaboración de nuestros alimentos y otras tareas.
Para que todo el espacio quede bien iluminado, tenemos que colocar varios focos de luz, dependiendo de las medidas de nuestra cocina estos pueden ser; de bombillas de bajo consumo o de luz LED, estas últimas son las más empleadas, por su durabilidad y por el ahorro energético.
También es aconsejable colocar luz en la parte inferior de nuestros muebles altos, porque así compensamos las sombras que nos podemos generar nosotros mismos cuando tenemos encendidas las luces de techo.
Si tenemos la posibilidad de poder colocar en nuestra cocina una mesa, barra o península, podemos colocar unas lámparas, que a la vez de crear otro ambiente en nuestra cocina, nos sirven como elemento de decoración.
Me ha encantado la luz natural que aporta a la cocina, queda todo de maravilla!!
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